sábado, 2 de junio de 2007

4.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 4
A medida que el hueco de entrada se iba cerrando, bajo tierra todo se fue haciendo muy oscuro; entonces apareció una luz blanca y suave, la nariz de Oc brillaba, servía como linterna dentro de los largos y profundos túneles. El gigante comenzó a correr tan rápido como un caballo, el ruido de sus pasos hizo retumbar las paredes. El aire era fresco y limpio, Juan sintió una brisa en la cara; y por sorpresa algo increíble apareció frente a él.

2 comentarios:

anarosagb dijo...

Realmente de todo lo que he visto en el avila y lo hermoso que es nunca se me ocurrio un mundo subterraneo =)

Joseín Moros dijo...

Hay más bajo la tierra de lo que puedes imaginar en tus sueños más locos.