martes, 26 de junio de 2007

6.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo VI. Convirtiendo ideas en acciones.
Despeinado no nota el paso del tiempo; ha estado mostrándole al genio los mejores materiales para la construcción de un nido, le ha enseñado cuál sería el mejor sitio en la montaña, cómo hacer nudos, amasar barro, tejer sobre las pelotas de lodo, convertirlas en bloques sólidos, duros como piedras; perfectas barreras contra el frío y el viento.
El genio aprendió a construir su propio nido, pues cada vez que Aril puso algo en duda, el pájaro hizo más y más demostraciones. Aril no intentó meter las manos en el trabajo, Despeinado quiso hacerlo todo a su manera
Un día, Despeinado llegó con otra pequeña fibra de musgo para el interior del nido, no supo donde ponerla, descubrió que esta fibra sobra. El interior de la obra luce perfecto, una fibra más dañaría la idea que él tiene de la belleza de un nido y entonces con brillantes ojos de emoción dijo:
-Aril, esto es lo que te he querido decir desde el principio, así debería ser el nido de mis sueños. ¡Como ése!
Aril contestó:
-Despeinado, ése es tu sueño convertido en realidad. Has estado trabajando, sin ayuda de nadie, en cada uno de los pequeños pasos para completar tu gran proyecto.
-Nadie podía ayudarte, sólo tú sabes la forma de tu sueño. Has sido inteligente, cuando algo no salió como querías, aceptaste sugerencias y comenzaste de nuevo; el trabajo es tuyo por completo. Sin darte cuenta lograste tu objetivo, sólo te ocupaste de finalizar el pequeño paso de cada momento, sin pensar en lo mucho o poco que faltaba, y sin quejarte por lo duro del trabajo.
- Lo más importante de todo es: ahora sabes que podrías volver ha hacerlo si fuera necesario. Algunas veces nuestros sueños se derrumban, sólo nosotros mismos podemos rehacerlos, tal vez con diferente forma, en diferente tiempo y lugar, entonces mayor satisfacción tendrás: un nuevo sueño, una nueva realidad para lograr.

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