sábado, 30 de junio de 2007

7.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo VII. Despedida.
Varios días después, Despeinado vio venir por los aires al genio Aril; llegó cabalgando sobre una hoja seca.
-Adiós Despeinado, me voy a lo profundo de la cordillera, a encontrarme con antiguos amigos. Volveré a El Ávila, a conocer la familia de tus sueños.
Despeinado lo acompañó un largo trecho; lo vio perderse en la distancia y regresó a su nido. Había pensado un nuevo proyecto y hoy comenzará a convertir esos planes en acciones. Cantó con alegría:
-Menos palabras y más resultados.

martes, 26 de junio de 2007

6.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo VI. Convirtiendo ideas en acciones.
Despeinado no nota el paso del tiempo; ha estado mostrándole al genio los mejores materiales para la construcción de un nido, le ha enseñado cuál sería el mejor sitio en la montaña, cómo hacer nudos, amasar barro, tejer sobre las pelotas de lodo, convertirlas en bloques sólidos, duros como piedras; perfectas barreras contra el frío y el viento.
El genio aprendió a construir su propio nido, pues cada vez que Aril puso algo en duda, el pájaro hizo más y más demostraciones. Aril no intentó meter las manos en el trabajo, Despeinado quiso hacerlo todo a su manera
Un día, Despeinado llegó con otra pequeña fibra de musgo para el interior del nido, no supo donde ponerla, descubrió que esta fibra sobra. El interior de la obra luce perfecto, una fibra más dañaría la idea que él tiene de la belleza de un nido y entonces con brillantes ojos de emoción dijo:
-Aril, esto es lo que te he querido decir desde el principio, así debería ser el nido de mis sueños. ¡Como ése!
Aril contestó:
-Despeinado, ése es tu sueño convertido en realidad. Has estado trabajando, sin ayuda de nadie, en cada uno de los pequeños pasos para completar tu gran proyecto.
-Nadie podía ayudarte, sólo tú sabes la forma de tu sueño. Has sido inteligente, cuando algo no salió como querías, aceptaste sugerencias y comenzaste de nuevo; el trabajo es tuyo por completo. Sin darte cuenta lograste tu objetivo, sólo te ocupaste de finalizar el pequeño paso de cada momento, sin pensar en lo mucho o poco que faltaba, y sin quejarte por lo duro del trabajo.
- Lo más importante de todo es: ahora sabes que podrías volver ha hacerlo si fuera necesario. Algunas veces nuestros sueños se derrumban, sólo nosotros mismos podemos rehacerlos, tal vez con diferente forma, en diferente tiempo y lugar, entonces mayor satisfacción tendrás: un nuevo sueño, una nueva realidad para lograr.

domingo, 24 de junio de 2007

5.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo V. Sugerencias de un genio.
Está cayendo el sol, el mar de luces en la ciudad es una galaxia mágica, la luz del ocaso parece fuego. Despeinado comió semillas durante la tarde, mientras el genio vigilaba los cielos y ahora está abrigado entre las hojas de la copa de un gran árbol; continúa hablando y hablando sobre las maravillas del nido que algún día tendrá; cada vez que contaba su sueño, le agregaba más detalles: cómo deberían ser los nudos de su nido ideal, el tejido, el árbol, el tipo de musgo para acolchar el interior de su fantasía; describió la vista hacia ambos lados de la montaña de El Ávila, la agradable temperatura dentro del nido en las noches frías de la montaña, la seguridad contra toda clase de enemigos. Se atrevió a describir la familia que formaría, en el nido perfecto, algún día, algún día en el futuro.
El genio de la selva mantuvo encendida una luz en la palma de la mano; Despeinado comenzó a repetir la charla, Aril lo interrumpió y dijo:
-Despeinado, te sugiero dormir, mañana necesitarás toda tú energía. Muy temprano me mostrarás esos sitios donde has visto los materiales para construir un nido: fibras, musgo, barro, ramas secas. También me gustaría ver algún sitio donde sería ideal construirlo. Buenas noches y dulces sueños.
Aril apagó la luz, se quedo mirando hacia las parpadeantes luces de la ciudad al fondo del valle y murmuró en voz muy baja:
-Caracas, pueblo mágico. Ahora es una gran ciudad, pero mi misión no ha cambiado.

lunes, 18 de junio de 2007

4.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo IV. Nuevos amigos.
Despeinado estaba escondido debajo de las matas al borde del claro; allí lo encontró el hombre de capa verde. Se acercó al pequeño pájaro y le contó su propia historia.
-Soy el genio Aril, un genio de la selva. Una bruja del antiguo pueblo, que ahora es la ciudad que ves allá abajo llamada Caracas, me encerró en una botella mágica porque no la ayudé en sus maldades; los duendes podían salvarme, nunca me encontraron. Gracias por liberarme, ahora podré continuar mi misión en esta montaña. Dime, ¿cómo te llamas y dónde está tu nido?
Respirando con agitación, el pájaro le contestó:
-Mi nombre es Despeinado, mira, las plumas de mi cabeza nunca se ponen en orden; no sabía de personas tan pequeñas, las que vienen a pasear por la montaña son muy grandes, algunas me lanzan comida y otras me lanzan piedras; la mayoría me miran y sonríen. No tengo nido, un gran derrumbe se llevó la colina con los árboles, mi familia y mis amigos; algún día tendré el nido más cómodo, fuerte y hermoso de todo el mundo. Estará en un árbol inmenso y sólido, en lo alto de la montaña, desde allí tendré la más bella vista de la ciudad y del mar. Además, te aseguro que algún día...
Sonriendo, el genio Aril dijo:
-Disculpa la interrupción Despeinado, vamos a buscar semillas y agua, luego un refugio seguro; allí me seguirás hablando de tu hermoso sueño.

viernes, 15 de junio de 2007

3.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo III. El gran susto.
Desde el otro lado de la ladera, el hombre dio un increíble salto, pasó por encima de Despeinado, que apenas empezaba a tocar el suelo con su pecho, y lanzó una esfera, de fuego blanco verdoso, contra la cara de la gran ave; en su otra mano una nueva llama se estaba formando.
El ave rapaz quedó casi cegada por el brillo de la luz, desvió el vuelo hacia lo alto y se perdió en las nubes. El hombre la siguió con la mirada y luego comenzó a buscar al pájaro que lo salvó de su prisión.

miércoles, 13 de junio de 2007

2.- UN GENIO EN EL AVILA


Capítulo II. Encuentro.
Despeinado descendió sobre el objeto deslumbrante: es una botella de vidrio color violeta claro, está medio enterrada en el declive de la montaña. Las fuertes lluvias de los últimos días despejaron de árboles la ladera, y desenterraron cosas que tenían muchos años ocultas.
Aunque la botella está sucia de tierra, Despeinado puede ver hacia adentro. Brilla, es como la luz de una gran estrella, en el interior algo se mueve y se acerca a Despeinado. El pequeño pájaro distinguió una figura que le hace señas: es un hombre apenas más grande que él, está vestido de verde, con capa, guantes y botas; todo hecho con materiales vegetales, hojas y fibras.
El extraño hace señas a Despeinado, le muestra el viejo corcho y le indica que lo destruya. El pequeño pájaro mira hacia el cielo, buscando el vuelo de las aves cazadoras; siente que la botella se estremece un poco, está a punto de caer al fondo de la ladera, donde hay un inmenso torrente de agua con barro, rocas y árboles caídos. Si cae allí, quedará enterrada por muchos años más.
Despeinado picotea el corcho, al mismo tiempo da rápidas miradas al cielo y a los alrededores. El pequeño prisionero lo mira a través del vidrio, tiene mucha preocupación; luce dos antenas en la frente y es calvo, además se le ven muchas arrugas que muestran lo viejo que es.
Cuando salió el último fragmento de corcho, Despeinado saltó a un lado del declive. La botella comenzó a caer, moviéndose muy rápido el hombre logró salir y con un prodigioso salto se agarró a un gran trozo de tierra. La botella cayó un gran trecho, rebotando varias veces sobre la ladera, al final se sumergió en las profundidades del torrente y desapareció de la vista.
Despeinado estaba tan atento a lo que podía pasarle al hombre, que no vio la inmensa ave rapaz. Ella había venido volando casi pegada a la tierra, acercándose muy rápido al pájaro verde, visto desde las nubes; la feroz ave lanzó un chillido paralizador cuando apareció desde atrás de la colina, y como un rayo se lanzó en línea recta hacia su presa. Despeinado reaccionó, se dejó caer para esquivar las garras, se dio cuenta que estaba perdido, el ave lo tenía acorralado contra el suelo y no podría escapar.

sábado, 9 de junio de 2007

1.- UN GENIO EN EL ÁVILA


Capítulo I. Despeinado.
Amaneció en la montaña de El Ávila, fue una noche fría, el año está terminando. Despeinado es el nombre del pequeño pájaro verde, él está escondido en la copa de uno de los más altos árboles; las aves cazadoras vuelan en el cielo y se esconden entre las nubes.
Un rayo de luz da en la cara de Despeinado, algo brilla a lo lejos en un pequeño claro del bosque; él mueve la cabeza de un lado a otro, parece como si el reflejo del sol, en ese objeto distante, lo persiguiera.
El punto brillante insiste en caer sobre los ojos de Despeinado, y la curiosidad se le despierta. Con mucha precaución mira hacia lo alto, no ve peligro y veloz como un rayo se lanza hacia el claro en el bosque.

viernes, 8 de junio de 2007

8.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 8
Lo que siguió fue una carrera de alta velocidad. Oc inició el camino de regreso a la superficie. Volaron sobre la semilla de casi-árbol. El niño gigante Oc, recorrió las escaleras y los túneles como una flecha. Al final levantó su mano con Juan en ella y la tierra se abrió como gelatina; Juan salió corriendo sendero arriba hasta alcanzar a sus padres que ya comenzaban a detenerse.
La mamá del niño le explicó cuando llegó hasta ella:
-No te quedes atrás Juan. Vamos a llegar a un mirador, cuando veas el paisaje te vas a quedar maravillado.
Juan sonrió, pensó en su próxima visita al interior de la maravillosa montaña de El Ávila.

jueves, 7 de junio de 2007

7.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 7
Todo ocurrió muy rápido, Juan tenía la respiración muy agitada por la cantidad de maravillas que estaba presenciando.
Antes que la semilla voladora aterrizara por completo en la enorme terraza, Oc saltó a la azotea llevando al niño en la palma de su mano; corrió cada vez más rápido hasta el interior de una sala tan amplia como un aeropuerto.
Entonces el niño comprendió algo que lo dejó sin respiración, y gritó:
-¡Oc, tú eres un niño! ¡Casi un bebé! Mira el tamaño de tus padres. Son tan grandes como árboles enormes!
Oc, muy contento, le presentó sus padres y Juan les dio la mano a cada uno, o mejor dicho: le tocó la punta de la uña del dedo a cada uno.
El padre de Oc declaró solemnemente:
-Gracias Juan por ayudar a nuestro niño en su formación, tenía que salir por primera vez a la superficie y hacer un amigo. De ahora en adelante eres su mejor compañero del lado de arriba.
Hablaron un poco más, entonces la madre de Oc se tocó una oreja y dijo:
-Debes regresar, oigo que tus padres están caminando más despacio para esperarte en el sendero. Nos volveremos a ver en el futuro. Adiós Juan y muchas gracias.

miércoles, 6 de junio de 2007

6.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 6
-No te preocupes Juan- lo calmó Oc -Ahí viene nuestro transporte, es mucho más rápido de lo que puedas imaginar. Y es muy seguro, no te asustes.
Al principio Juan pensó que una pequeña avioneta venia desde lo lejos, luego al ver mejor creyó que era un gran pájaro, después que era un animal raro que no conocía.
El extraño objeto volador, parecía una ostra con alas. Se detuvo en el aire, frente al saliente de piedra y Oc caminó, llevando a Juan, por una de sus alas hasta el centro redondo y plano. El objeto se separó del saliente y se lanzó por el espacio en dirección a las profundidades de la caverna.
Mientras la velocidad aumentaba y el pelo de Juan lo azotaba el viento, Oc gritó para hacerse oír:
-No es un animal, Juan, es un bebé de casi-árbol, vino de las cavernas profundas bajo el mar; es una semilla voladora. Cuando llegó junto con otras miles, mi abuelo era un joven y la entrenó para viajes cortos de alta velocidad. Me lleva y trae todos los días y me cuida, ahora soy su mejor amigo. Dentro de muchos años, tendrá que regresar bajo el mar Caribe, se convertirá en un casi-árbol; eso lo verán mis nietos.
Bajo ellos, el paisaje pasaba muy rápido; Juan pensó que así vería la tierra un gavilán, cuando viaja al máximo de su velocidad, cazando sus presas. Disfrutaba el paseo, al mismo tiempo veía como se alejaban más y más de la entrada por donde llegaron.
No pudo distinguir la repisa de roca de la cual partieron, al mirar al frente ya estaban aterrizando en una azotea tan grande como un campo de fútbol, tallada en una de las columnas de roca que sostienen el techo de la caverna bajo El Ávila.
El niño, algo preocupado, pensó:
-Yo solo no puedo regresar desde aquí, hasta donde quedaron mis padres. ¿Qué hago?

lunes, 4 de junio de 2007

5.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 5
Juan estaba frente al precipicio más alto que había visto en toda su vida; Oc se había detenido al final de una vieja escalera de piedra.
Sus ojos se habían acostumbrado a la iluminación de la nariz de Oc, pero aquí quedó deslumbrado porque sobre todo el techo de la inmensa caverna que tenía enfrente, había unas hermosas flores moradas y de sus centros brotaba una luz blanca tan fuerte que toda la parte baja de la cueva se podía ver.
Oc vio tan maravillado a Juan que no habló y el niño se dedicó a mirar con atención todo lo que tenía arriba, al frente y bajo el final de la escalera.
Gruesas columnas de roca sostenían el techo, se podía ver tan lejos que a Juan le parecía que allí cabría toda la ciudad de Caracas. Desde las alturas, una cascada caía, retorciéndose como el chorro de agua de un lavaplatos gigante, y muy abajo lo recibía un lago donde se veían barcos navegando en la distancia. Un faro con una luz de guía estaba en una de las orillas.
Muchas de las columnas que sostenían el techo tenían excavadas ventanas y repisas. Cuando Juan bajó la mirada, mas sorprendido quedó; se veían bosques de hongos enormes y entre ellos caminaban gigantes color naranja como hormigas en un jardín.
Entonces Oc habló en voz baja para no interrumpir la concentración del niño:
–De noche se apagan las flores, encendemos antorchas y chimeneas en las habitaciones porque hace mucho frío. Allá al final del lago en la torre más gruesa está mi casa. Vivimos en el nivel mas alto. Nos gusta ver el paisaje y los barcos que vienen subiendo el río desde las cavernas profundas que quedan bajo el mar Caribe.
Desde la palma de la mano de Oc, Juan le preguntó:
-¿No es demasiado lejos? Tengo que regresar con mis padres.

sábado, 2 de junio de 2007

4.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 4
A medida que el hueco de entrada se iba cerrando, bajo tierra todo se fue haciendo muy oscuro; entonces apareció una luz blanca y suave, la nariz de Oc brillaba, servía como linterna dentro de los largos y profundos túneles. El gigante comenzó a correr tan rápido como un caballo, el ruido de sus pasos hizo retumbar las paredes. El aire era fresco y limpio, Juan sintió una brisa en la cara; y por sorpresa algo increíble apareció frente a él.