miércoles, 6 de junio de 2007

6.- VIAJE AL INTERIOR DE EL ÁVILA


Capítulo 6
-No te preocupes Juan- lo calmó Oc -Ahí viene nuestro transporte, es mucho más rápido de lo que puedas imaginar. Y es muy seguro, no te asustes.
Al principio Juan pensó que una pequeña avioneta venia desde lo lejos, luego al ver mejor creyó que era un gran pájaro, después que era un animal raro que no conocía.
El extraño objeto volador, parecía una ostra con alas. Se detuvo en el aire, frente al saliente de piedra y Oc caminó, llevando a Juan, por una de sus alas hasta el centro redondo y plano. El objeto se separó del saliente y se lanzó por el espacio en dirección a las profundidades de la caverna.
Mientras la velocidad aumentaba y el pelo de Juan lo azotaba el viento, Oc gritó para hacerse oír:
-No es un animal, Juan, es un bebé de casi-árbol, vino de las cavernas profundas bajo el mar; es una semilla voladora. Cuando llegó junto con otras miles, mi abuelo era un joven y la entrenó para viajes cortos de alta velocidad. Me lleva y trae todos los días y me cuida, ahora soy su mejor amigo. Dentro de muchos años, tendrá que regresar bajo el mar Caribe, se convertirá en un casi-árbol; eso lo verán mis nietos.
Bajo ellos, el paisaje pasaba muy rápido; Juan pensó que así vería la tierra un gavilán, cuando viaja al máximo de su velocidad, cazando sus presas. Disfrutaba el paseo, al mismo tiempo veía como se alejaban más y más de la entrada por donde llegaron.
No pudo distinguir la repisa de roca de la cual partieron, al mirar al frente ya estaban aterrizando en una azotea tan grande como un campo de fútbol, tallada en una de las columnas de roca que sostienen el techo de la caverna bajo El Ávila.
El niño, algo preocupado, pensó:
-Yo solo no puedo regresar desde aquí, hasta donde quedaron mis padres. ¿Qué hago?

No hay comentarios: