miércoles, 27 de febrero de 2008

Tengo una historia para contarte.

Tengo una historia para contarte.

Al final de una batalla ella quedó entre los sobrevivientes. Todos se reunieron a su alrededor, esperando sus palabras. ¿Fue una victoria o una derrota?
Ella es muy joven, a su mente volvieron los recuerdos, tristes unos, alegres otros:
Se sintió rescatada en brazos de sus abuelos, perseguida y dejando atrás a sus padres; huyendo por la jungla, cruzando un río lleno de caimanes y pirañas, refugiada en una vieja fortaleza en medio de la selva y enfrentada a un ser terrible.
También la historia de dos maestros vino a su memoria; historia de valor, batallas, traiciones, amor y cosas de un mundo diferente al suyo. Cosas asombrosas, parecidas a la magia.
Las imágenes de su regreso furtivo a la patria, en la oscuridad, sola en la jungla, huyendo de seres inimaginables y encontrándose por sorpresa con un esclavo fugado se repitieron ante sus ojos. Había regresado para cumplir una misión, tal vez demasiado grande para sus fuerzas. Después aquel momento, cuando en un lugar de pesadilla apareció otro personaje; la incógnita de su proceder. ¿Un espía o un benefactor?
Se acerca el momento cuando los recuerdos finalicen su resurrección y el presente continúe.
También se acerca el momento cuando podamos verla.
Ella ha estado en la oscuridad y de la oscuridad no es fácil salir.
Aquí está la historia.

viernes, 8 de febrero de 2008

15.- LA VENTANA DEL PISO TRECE

El caballo de arcilla, desde el borde de la torre, se irguió en dos patas, abrió las alas de cristal y relinchó a la luz del hermoso cielo; era su despedida.

CAPITULO FINAL
Capítulo 15.

Largo tiempo después emergieron en la plataforma central, situada en el tope de la súper estructura. El caballo los estaba esperando y lanzó un relincho de alegría.
Esta vez el vuelo fue muy diferente; los seis amigos no paraban de hablar. Rema, Tepe y Mepe, contestaron sus preguntas.
Luego del descenso en La Torre de la Conexión Mágica, los magos los acompañaron hasta la ventana de la habitación medio enterrada. El caballo de arcilla, desde el borde de la torre, se irguió en dos patas, abrió las alas de cristal y relinchó a la luz del hermoso cielo; era su despedida. Los tres niños dejaron las capas y penetraron en la vivienda.
A través de la ventana, Rema les recordó:
-Los esperamos el próximo día trece.
Sacó tres minúsculas figuras del interior de sus ropas, eran réplicas de los tres magos, y dijo:
-Son de arcilla mágica. Con ellas nos mantendremos en contacto. Cada uno conserve una de ellas. Aunque las pierdan, ellas regresarán a sus manos. Sólo ustedes pueden verlas, son invisibles para los demás.
Los niños los fueron perdiendo de vista. Los magos, el caballo y el paisaje se hicieron transparentes y poco a poco regresó la ciudad y sus montañas.
Los tres hermanos se miraron. Tomás preguntó:
-¿Era un sueño? ¿Todo eso pasó?
Pablo, mostrando su pequeña figura de arcilla, contestó:
-Fue realidad, estuvimos en un mundo mágico. Nadie nos lo va ha creer.
Susana dijo:
-Debemos ordenar la habitación, miren ese jarrón volcado. Recojamos los libros y terminemos las tareas. Cuando lleguen nuestros padres debemos demostrarles cuanto los queremos. Es una lástima, no podemos contarles nada todavía, pienso pedirles a los tres magos inviten a nuestros padres.
El coro de voces de Rema, Mepe y Tepe, salieron de las pequeñas figura de arcilla:
-Pueden contárselo, les creerán; en su infancia estuvieron en nuestro mundo, esperen a oír su historia.